Las Vegas es la ciudadanía del vicio y el consumo. Es un lugar que hay que conocerlo para entenderlo, si hay algo que entender.
Lo primero que ves según llegas, en nuestro caso fue la noche anterior, son los enormes letreros, señales, murales de colores por toda la ciudad. Una vez que ves esto, las iluminaciones de navidad pierden su sentido, pero bueno no es cuestión de comparaciones.
Cuando entras a cualquier hotel, todos están llenos de maquinitas, mesas de juegos, ruletas. No hay que buscar los casinos, estos te los encuentras en los hoteles sin tener que moverte ni buscaros.
Algo que si es muy curiosos es la temática de los hoteles. Nosotros nos alojamos en Circus Circus, y como bien dice el nombre con temática de circo, con su carpa de circo, sus actuaciones, parque de atracciones propio, si, con montaña rusa incluida, tiendas como si fuera un centro comercial, etc. Alucinante.
Pero igual de alucinante son los otros que visitamos.
Hotel Venecia con Río dentro del hotel y góndolas con gondoleros que cantan.
Hotel Escalibur con castillo de cuento, temática medieval y su cine en 4d.
Hotel New York su Empire State Building, su estatua de la libertad…
Podemos ver también copias de la Fontana di Trevi, de la estatua de la libertad, etc.
Una ciudad hecha copiando de todos los lugares.
Otra cosa que destaca son los continuos letreros y coches con paneles luminosos publicitando prostitución a domicilio.
En fin, vicio por doquier y para finalizar puedes tomarte algo inhalando oxigeno, si, por si te cansas de beber.
En Las Vegas uno no se aburre.


















