El día amaneció con una tormenta tropical de las del arca de Noé.
Pero gracias a que la tierra la absorbe rápido no supuso un problema.
Después de desayunar nos dimos un baño con mucha precaución pues en el mar de Tortuguero han muerto cientos de personas por las corrientes. Desde la playa, nos adentramos en el parque nacional por una entrada extra que sabíamos de la visita anterior.
Este es el primer sitio que repetimos, junto a Cahuita que iremos después, que ya conocíamos de nuestro viaje anterior hace 9 años.
Una vez mas los niños se echaron amigos con los que lo pasaron muy bien jugando. Durante todo el día nos acompaño Neil, hijo de Angie, una chica de Barcelona que fue con otras dos amigas y las tres se habían casado con Ticos después de su visita a Tortuguero hace 8 años.

Salimos temprano para Tortuguero para intentar coger la barca de las 11.
Aquí las distancias y los tiempos son muy relativos. Los km no se pueden medir en minutos… En fin… Que se tarda mucho en hacer distancias cortas….
Pero lo conseguimos!! No sabemos como, pero cogimos la lancha después de ir de rally por los pedruscos de la carretera.
Acabamos viendo el Madrid en la cantina del pueblo.
Tortuguero, pueblo precioso, recorrido en barca por el río increíble .

Excursión por Monteverde, disfrutando de la biodiversidad en los puentes colgantes. La vegetación te envuelve y la jungla te absorbe. Vimos una serpiente víbora venenosa y si no hubiese sido por los gritos de nuestros incansables niños podríamos haber observado monos y muchos mas animalillos.

Los colibríes nos tuvieron absortos durante un buen tiempo, que maravilla de pájaro!!

Por la noche volvimos a San José para descargar equipaje que le dejamos a Mónica. Gracias por todo!! Nos estas ayudando mucho en nuestra aventura.

Ahora si que nos despedimos de Ostional, lugar mágico e increíble.

Tiramos hacia Monteverde. La carretera de llegada estaba horrible. Unos baches y cuestas donde el coche sufría por momentos. De repente un camión volcado en medio. Pudimos pasar gracias a la ayuda de locales pero el coche no lograba subir la empinada cuesta. Empujando ente varios lo sacamos .

Llegamos al rainbow lodge, un apartamento precioso con vistas al monte.

Conocieron a Fiorela, un terremoto de niña que jugaba al fútbol genial, montaba en bici sin manos, subía a los árboles, una pipí calzaslargas en Monteverde.

Por la noche hicimos un night tour de 2 horas con guía y linternas donde pudimos ver: perezosos, martilla kinkayu (precioso, como un osito) , tarántulas, víboras verdes, milpiés, arañas, larvas de mariposas….

Las tortugas dejaron su huella en nosotros y decidimos volver.
No nos importo el camino de cabras ni cruzar ríos, queríamos volver a verlas.
La gran arribada estaba mas suave, pero todavía llegaban muchas. La mayoría estaban quebraditas, como dicen aquí. Al final salen las mas mayores y las descapacitadas, algunas sin aletas, otras con golpes por barcos y aguelillas, que les costaba hacer el agujero para depositar los huevos y algunas los depositaban en la arena para gran festín de los zopilotes.
Ayudamos a algunas de las paralimpicas a volver al mar ya que los buitres siempre están al acecho.
Fue una labor dura a la vez que gratificante.
Los niños se reencontraron con sus amiguitos, jugaron al fútbol, e hicieron buenas amistades. Eto (su padre le puso el nombre del jugador) y Ulises y la familia de Leonardo.
Juan, el cuidador de las tortugas nos enseño muchísimo y nos comimos un montón de ostras que nos sacaba de las rocas. No le olvidaremos.

Al día siguiente después de un buen desayuno nos fuimos a hacer la ruta del volcán, un paseo precioso por medio de la selva, observando pájaros carpinteros, familias de monos con sus bebes…
Vimos fumarolas con fuerte olor a azufre, la nariz del volcán, Barros a temperaturas altísimas …. Una ruta de 2 horas muy divertida y emocionante.

Tras la gran arribada de tortugas tiramos hacia el parque nacional del volcán Rincon de la vieja.
Buscando dode dormir nos informaron de que el parque cerraba los lunes, justo cuando nuestra intención era de quedarnos solamente un día…..
Nos quedamos a dormir en un sitio tan bonito como caro, el hotel guachipelin, dentro del parque.
El lunes intentamos hacer rutas alternativas por el parque, pero era todas muy largas para los peques y muy angostas para el coche, así que decidimos relajarnos en los baños termales calentados por el volcán.
Había termas de distintas temperaturas, algunas de las cuales no se podían aguantar.
Nos untamos de barro del volcán que nos dejo la piel suave y tersa.

Después del día tan excitante viendo nacer a las tortuguitas, pasamos un día de playa esperando a la noche para ver algún desove.
Y tuvimos suerte pues estuvimos los 4 solos con el recorrido de puesta de una tortuga lora. Nos fuimos a dormir alucinados. Pero lo sorprendente estaba por venir. Nos levantamos a ayudar a mas tortugas y nuestra sorpresa fue la arribada de miles.
La arribada es algo que no tiene descripción, que no se puede explicar. Si te gustan los animales, es…. Un subidon que jamás olvidaremos en la vida. De lo más increíble que se puede ver. Un tránsito continuo de tortugas saliendo a desovar y vuelta al mar. Se chocan entre ellas, pasan por encima porque como hipnotizadas van a hacer lo que pachamama les pide.
Asombroso, emocionante, increíble…

Nos hemos levantado a las 4 con ganas de ver alguna tortuga desovar y ver nacer a tortuguitas. Y vimos lo ultimo.
Ver un agujero y de repente que aparezca una cabecita tras otra te deja alucinado. Luego ves al animal luchando para llegar al mar.
Alrededor zopilotes, buitres, acechan buscando alguna a la que comerse.
Ahí es cuando ves a una comunidad concienciada con la supervivencia de sus tortugas. Son parte de su vida.
Hay que cogerlas y dejarlas relativamente cerca de la orilla para que se desperecen y no le de tiempo al buitre atraparlas.
Iker y Asier han salvado cientos, si cientos, por que en una mañana nacen miles por toda la playa.
Hay que trabajar en equipo, mientras unos acercan a las tortuguitas, otros ahuyentan a los buitres.
Un espectáculo que jamás olvidaremos.

Después de un viajecito movidito, con baches por todos los lados, cruzando ríos, llegamos a Ostional.
Aquí esperamos ver tortuguitas pues dicen que nacen ahora.