Nos levantamos tras una noche de frío, no había quien saliera de la cabaña para ir al baño, y rápidamente nos pusimos rumbo a King’s Canyon.
Según llegamos el parque, se encontraba nevado y con las máquinas quitanieves trabajando. Había partes que no se podía ni siquiera acceder.
Sierra Nevada es un entorno de montañas que permiten ver unas vistas de paisajes increíbles. En King’s Canyon vistamos Human lake y también hicimos una ruta para ver las primeras sequoyas. Un árbol gigante con hasta 14 metros diámetro y capaz de durar más de 4.000 años. Asombroso, las dimensiones de estos árboles.
Continuamos nuestra ruta hasta el parque de las sequoyas, donde otra ruta nos esperaba para ver más árboles gigantes.
Durante todo este camino estuvimos acompañados de nieve. Si ya de por si el recorrido era flipante, la nieve lo hacía navideño.
Nos fuimos a Bakersfield a dormir tras un viaje agotador de curvas y obras.














