Nos levantamos para despedir San Francisco, pero sin antes ver el Pier 33. Aquí se encuentra una comunidad de focas y leones marinos que vinieron tras el terremoto de 1989 para instalarse y hacer de esta parte del puerto su hogar.
Antes de irnos hicimos un recorrido por el centro de la ciudad, conduciendo por esas enormes cuestas.
Con ganas de más y volver algún día, salimos rumbo al parque nacional de Yosemite. Hicimos una pasada por Berkeley, zona cerca de San Francisco donde han salido bandas como Rancid o Green Day.
Paramos a reportar en Merced, donde nos llevamos un susto al ver que el coche había dejado un pequeño charco de agua.
Tras llamar a la compañía de alquiler, quien nos dijo que igual se trataba de condensación, continuamos el viaje. Esperemos sea solo eso.
Y por fin llegamos a Yosemite, un entorno natural alucinante. Enormes montañas rocosas con cascadas, praderas con una niebla de cuento, ríos con una enorme fuerza. Un paraíso.
Tras la visita nos fuimos a nuestro lugar de descanso, que se encuentran a la entrada del parque. Unas cabañas donde refugiarnos del frío para poder dormir. Aqui, ahora mismo hace -10 por la noche.













